viernes, 12 de agosto de 2011

DETERMINANTES BIOLÓGICOS.

- Los específicos de cada especie, que son las características genéticas propias de los miembros de una especie, haciendo que todos los humanos seamos iguales. Así, por ejemplo ningún niño nace con la capacidad para caminar erguido, para coger una pinza o para soltar de forma automática.
- Las particularidades genéticas de cada persona, que son las que establecen las diferencias entre los individuos.
Estos dos tipos de determinantes biológicos actúan a través de los genes y constituyen nuestra naturaleza, contribuyendo tanto a establecer las semejanzas entre las personas como sus diferencias.
INFANCIA:



En los primeros años de vida el niño es un ser indefenso y heterónomo. Hasta llegar a la autonomía total será necesario un largo proceso, no sólo madurativo a nivel biológico y psicológico sino también de aprendizaje social y emocional.
0 a 2 años:
Desarrollo cognitivo:
Según Piaget nos encontraríamos en la etapa sensoriomotora que abarca desde los 0 hasta los 2 años. Conocemos el mundo a través de nuestros sentidos (primeros en desarrollar) y la motricidad. El niño va tras la conquista del objeto.
El desarrollo cognitivo implica un proceso de descentración progresiva y de conocimiento objetivo de la realidad. Poco a poco el niño irá construyendo la noción de objeto.
Desarrollo motor:
Según Piaget “la acción es la génesis de todo conocimiento”.
En esta etapa son muy importantes los movimientos reflejos o respuestas condicionadas a determinados estímulos (si no hay respuestas podría ser un síntoma de una lesión del sistema nervioso).
Algunos tipos de movimientos reflejos son: reptación, rotación, succión, de prensión o palmar, de moro, de babinsky (si se golpea la palma del pie los dedos del pie se contraen), etc.
La comunicación del niño con el ambiente se inicia a través del lenguaje del cuerpo, antes que el lenguaje de la palabra aparezca. Tiene gran importancia la relajación y la tensión en el tono muscular y en la función tónica-gestual. El movimiento del cuerpo es fuente de conocimiento y de experiencia. Gracias a la estimulación externa el niño tendrá una motricidad más intencional.
Alrededor de los 15 meses el niño comenzará a andar y sobre los 20 meses comenzará a correr y el movimiento será más coordinado y diferenciado. Todo ello le permitirá ampliar su conocimiento del mundo.
Desarrollo afectivo:
El bebé desde dentro del vientre materno vive una simbiosis con la madre, que después del nacimiento precisará para desarrollarse con normalidad. Tras el parto el bebé tendrá un bombardeo de estímulos y comenzará a tener necesidades fisiológicas, afectivas, necesidad de seguridad, etc.
De todas las teorías clásicas sobre el desarrollo de la personalidad la que más seguidores ha conseguido han sido las teorías psicoanalíticas, cuyo precursor fue Sigmud Freud. Este autor une el desarrollo de la personalidad al desarrollo de la sexualidad. Entre los 0 y los 2 años estaríamos hablando de la etapa oral. Se trata de la una estimulación de la zona bucal, las actividades serán las de chupar, masticar y morder, etc. y a través de ello conoce el mundo que le rodea. El placer es producido por la alimentación y el objeto de deseo es el pecho de la madre.

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